Reflexión sobre la Sociedad actual
Las palabras que he considerado conveniente destacar en mi nube de palabras son: transformaciones, globalización, tecnologías, información, autonomía, consumismo y movilidad. A continuación voy a explicar por qué.
En mi opinión la sociedad actual se caracteriza por un conjunto de profundas y rápidas transformaciones en las condiciones de nuestras vidas. Los avances y procesos de la globalización nos han conducido a una sociedad que implica cambios y novedades diarias y sus consecuencias influyen nuestra vida de diversas maneras. Por ejemplo, las nuevas tecnologías han cambiado de forma radical el modo de comunicarnos: en lugar de hablar los unos con los otros en persona, nos comunicamos cada vez más a través de los teléfonos móviles, las redes sociales, etc. Además, gracias a la invención de los teléfonos inteligentes es posible obtener información en casi cualquier momento y lugar. Como esta posibilidad está al alcance de todos, el papel del ciudadano medio también ha sufrido un cambio importante. El ciudadano moderno se caracteriza por un alto grado de autonomía, es capaz de ayudarse a sí mismo y no se considera un mero receptor de información. Por este motivo, estos procesos sociales implican también una gran serie de cambios en el ámbito educativo. Las diferentes instituciones educativas intentan adaptarse a los nuevos cambios y preparar a los alumnos ante las necesidades de la sociedad actual. Otro aspecto en el que son visibles los efectos de la globalización es la actitud consumista, mediante la cual las personas intentan saciar la búsqueda de una identidad, el sentido de la vida y la felicidad. Por último, considero importante mencionar la gran movilidad que caracteriza a la sociedad actual. Nunca antes había sido tan sencillo desplazarse de manera tanto geográfica como virtual entre distintos espacios.
Como conclusión, me gustaría expresar mi creencia de que vivimos en una sociedad que ofrece una enorme cantidad de posibilidades, pero que a la vez nos pueden desbordar. Por ello está en nuestras manos decidir cómo manejamos dichas posibilidades o si las mismas suponen una carga o un enriquecimiento para nosotros.